Los efectos de la huelga indefinida en la recogida de basuras comienzan a notarse en las calles de Alcorcón desde que el pasado martes 21 de enero, la plantilla de la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón (ESMASA) encargada de recoger la basura en este municipio del sur de Madrid, iniciase este conflicto motivado por la externalización del servicio de recogida de vidrio a la sociedad Ecovidrio. De esta forma el ayuntamiento de Alcorcón dejaría de percibir ingresos por el reciclaje del vidrio y tendría que pasar a pagar un canon que abonarían los vecinos y vecinas. Según los datos del comité de huelga el seguimiento de la huelga esta siendo del 100% pero se han decretado unos servicios mínimos de 50% algo que critican desde el comité. Asimismo, y al igual que ocurriese en la huelga de basuras de Madrid el pasado mes de noviembre, los servicios mínimos están siendo escoltados por la policía municipal.
La enorme reducción de subvenciones por parte del Ayuntamiento a ESMASA así como la bajada de los ingresos por la venta de vidrio puso en alerta a los sindicatos ante los posibles cambios en la misma, según comenta a DIAGONAL Jesús Santos de CGT y miembro del comité de huelga. "Esta reducción de subvenciones ha supuesto también una reducción en los presupuestos de dicha empresa para 2014, y pone en riesgo su propia supervivencia, los puestos de trabajo y el servicio que da a todo el municipio" prosigue Santos. Lo cual en su opinión se traduce en una descapitalización de la empresa con un recorte de más de cuatro millones euros en la partida salarial destinado a la misma, según aparece en los presupuestos municipales de este año. Este dato junto con el hecho de que han dejado de repararse los camiones de la empresa pública, hace prever a los sindicatos que la intención del ayuntamiento sea la de dejar caer la empresa para finalmente privatizar los servicios de recogida de basuras.
Los sindicatos convocantes de esta huelga son CSIF Madrid, CC OO y CGT, mientras que USO y UGT, han decidido mantenerse fuera de este conflicto argumentando que se ha tomado la decisión sin contar con la participación de todas las personas que conforman la plantilla. Por su parte el alcalde de Alcorcón, David Pérez (PP), afirmo el pasado jueves que la privatización de los servicios no supondrá “ni un solo recorte salarial y ni un solo despido”, y calificó la huelga de “un fracaso antes de producirse”.
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